
Julie Madelein Josephine Parisien fue la última vencedora de una prueba de la Copa del Mundo en la costa oeste de Estados Unidos. Fue un 22 de marzo de 1991 en un gigante en Waterville Valley, New Hampshire, y se impuso a la malograda Ulrike Maier y Julie Lunde Hansen.
Tenía 19 años y fue la primera de sus tres victorias en el Circo para la esquiadora de Maine nacida en Quebec. Posteriormente ganaría dos slaloms, en Sundsvall en marzo del 92, y Park City (noviembre del 92).
Pero un mes antes de su primera victoria Parisien, que se formó en la Burke Mountain Academy, ya dio un primer aviso en los Juegos de Albertville, donde se quedó a pie de podio en el slalom tras ser la más rápida en la primera manga y acabó quinta en el gigante.
Y eso que le tocó competir en unas condiciones penosas porque un mes antes, en un entrenamiento, un esquiador entró en la zona restringida y a resultas del choque Parisien perdió cuatro dientes. Por si fuese poco, en el último entrenamiento en Italia antes de viajar a Meribel, donde se disputaron las pruebas olímpicas de alpino femenino, se rompió una muñeca.
Al año siguiente, en el Mundial de Morioka, se colgó la plata en el slalom por detrás de Karin Buder. Julie tenía otros dos hermanos esquiadores y que fueron olímpicos, Anna, 13ª en el gigante de Lillehammer, y Robbie, 20º en el gigante de Albertville.

Trágico accidente
Julie lo tenía todo para labrarse una carrera triunfal pero un desgraciado accidente, en el que falleció su hermano mayor, Jean Paul, dio con todo al traste. El golpe fue durísimo para toda la familia pero quien más se resintió fue Julie. Ella misma explicaba al Chicago Tribune que «él era la motivación para mí y mi hermana, nos transmitía fuerza y nos ayudaba a superarnos en los entrenamientos y en las carreras».
Jean Paul falleció en diciembre del 92 cuando fue embestido por detrás por un conductor parapléjico (conducía con controles adaptados al volante) que superó la tasa de alcoholemia. El mayor de los Parisien fue a estrellarse contra un árbol y cuando le encontraron, quince minutos más tarde, ya había fallecido. Derek Bonney, bebedor habitual, fue condenado a ocho años de prisión y una multa de 750 dólares.
Julie no se recuperó del trauma. Semanas después se lesionó en una rodilla y aún tuvo fuerzas para restablecerse y ganar la plata en Morioka aunque se recriminó no haber ganado el oro para dedicárselo a su hermano mayor. Pero nunca volvió a ser la misma en las pistas. «Cuando esquío me acuerdo de él y es como si se hubiese anulado mi capacidad de competir».

Dejó la Copa del Mundo y el equipo A estadounidense se dedicó a competir en el ProTour en las tres temporadas siguientes con el equipo B. En la temporada 1997-98 decidió volver al más alto nivel con el objetivo de poder disputar los Juegos de Nagano, donde acabó decimotercera en el slalom.
Colgó definitivamente los esquís, fundó una familia y ahora se dedica a entrenar esquiadores junior en Lost Valley y viaja por todo el estado de Maine, donde siempre ha vivido desde que llegó con un año de Canadá, trabajando en el programa WinterKids dedicado a formar a los jóvenes en el esquí y otros deportes de invierno.