
La costa este estadounidense vuelve a la Copa del Mundo tras una ausencia de un cuarto de siglo. Killington, en New England, acoge este fin de semana un gigante (día 26) y un slalom (día 27) femeninos. La estación de Vermont sucederá a la de Waterville Valley, en New Hampshire, la última de la costa este a la que llegó el circo blanco. Fue en 1991 y Julie Parisien ganó el gigante, la primera de las tres victorias de Copa del Mundo que la estadounidense logró en su trayectoria al más alto nivel.

El estado de Vermont no organizaba una manga de la Copa del Mundo desde hace 38 años. Fue en Stratton Mountain en marzo del 78, un gigante ganado por Phil Mahre, y un slalom al día siguiente en el que se impuso su hermano gemelo Steve.
Killington se vestirá de gala en un fin de semana muy especial en EE.UU., el del Día de Acción de Gracias (Thankgiving Day), y en su pista Superstar, con un desnivel de 400 metros, todas las miradas se centrarán en la ídolo local, Mikaela Shiffrin. Ausencias notables en el equipo estadounidense serán Julia Mancuso y Lindsey Vonn, todavía inéditas esta temporada.

La reina del slalom y vigente campeona olímpica es de Vail, Colorado, pero conoce Killington a la perfección, no en vano Shiffrin pasó por la escuela de esquí de Burke Mountain en Vermont en su época de juvenil, llegada de su Vail natal. Shiffrin destaca que «es en la costa este donde se concentra la mayor parte de aficionados al esquí en Estados Unidos. En Killington esquié mucho de los siete a los catorce años. Para mí será como volver a casa y el ambiente va a ser increíble».
Afirmación que corrobora Ted Ligety cuando dice que «tiene sentido que la Copa del Mundo viaje a la costa este. Allí hay muchísima afición, ciudades grandes cerca de las estaciones. Desde Boston sólo hay un par de horas en coche».
La expectación es máxima en Killington, que empezó a producir nieve el pasado 12 de octubre. Pero las altas temperaturas que siguieron a esa fecha hizo inútil el trabajo. Dos semanas más tarde ya se instaló el clima adecuado para trabajar a fondo la Superstar, pista famosa porque es la última de la estación en cerrarse cada año, llegando en ocasiones a estar abierta hasta mayo. Sin embargo, un aumento de temperatura puso en peligro la organización de las pruebas hasta que finalmente la FIS dio el visto bueno hace cinco días. Killington impuso su candidatura a estaciones como Sunday River en Maine o Lake Placid en New York.