Lake Louise ha podido salvar las pruebas femeninas de la Copa del Mundo después de que las masculinas, previstas inicialmente para este fin de semana, fuesen anuladas por falta de nieve. El control oficial de ayer lunes por parte de la FIS ha dado luz verde a la estación canadiense que, gracias al descenso de temperaturas, ha podido innivar artificialmente y garantizar las carreras de velocidad femeninas, dos descensos (2 y 3 de diciembre) y un super G (4 diciembre).