Óscar Cruz estaba contento el viernes por la mañana, una jornada de intensa actividad para el mundo del esquí que se concentró en la feria Let’s Snow. El presidente de la FCEH se sentía cómodo en su papel de anfitrión reuniendo a federaciones, estaciones e instituciones públicas para inaugurar una feria de esquí que había dejado de hacerse en Barcelona.
Del balance de su gestión y la de su equipo en la FCEH dijo sentirse “orgulloso de la consolidación de la línea que lleva al chaval que empieza para acabar en los equipos nacionales. La RFEDI ha cambiado y ahora los chavales tienen una continuidad deportiva que no tenían. Y a nivel territorial es fantástico que de los 23 miembros de los equipos RFEDI, trece son catalanes. Eso me confirma que estamos en el buen camino”.
Y para que ese trabajo sea efectivo Cruz apunta que “la clave está en el contacto continuo entre todas las partes. Es un círculo que no cesa; no hay pausa. Todo ha de estar planificado y en los meses que no hay competición nuestra labor sigue con mayor ímpetu todavía”.
Los Juegos de Invierno
Cruz siempre ha sido un firme partidario de unos Juegos de Invierno en el Pirineo catalán. “Para nosotros sigue siendo un objetivo muy prioritario. Pero las circunstancias sociales y políticas hace que la cosa no vaya como quisiéramos. Pese a no haber conseguido, de momento, este objetivo su mero planteamiento propició la creación de un programa estratégico que permite que llevemos a 2.600 niños a esquiar y a mil más a patinar sobre hielo. Son alumnos de tercero, cuarto y quinto de primaria de las comarcas pirenaicas y de Barcelona. Todo ello arrancando de cero; no existía. Pero el proyecto olímpico lo propició”.
El dinero es la rémora de cualquier federación y la FCEH no es la excepción. Cruz se propone “buscar más recursos para tener programas más amplios sin olvidarnos de competiciones internacionales. Estamos a algo más de medio camino de tener lo que nos propusimos cuando llegamos. Nos quedan cosas por hacer y una de las más inmediatas, y en la que ya estamos trabajando, es un estudio sobre el impacto económico de los deportes de nieve en Catalunya. Una estación de esquí es como tener la Seat en Martorell. Es decir, proporciona trabajos fijos e inducidos y crea riqueza. Y para nosotros conocer esa incidencia económica va a ser una herramienta para dar valor a nuestro ámbito y, además, para que nuestra federación negocie con las estaciones. Hay que empezar a darse cuenta de que cada euro de un forfait supone entre ocho y diez euros para la economía local”.